
Contrato de cuentas en participación o sociedad irregular
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Constituir una sociedad no es solo inscribir una empresa en el Registro Mercantil. Es diseñar una estructura jurídica que soporte el crecimiento, limite los riesgos, optimice la fiscalidad y permita la operativa deseada (facturación, contrataciones, inversiones, financiación…).
Cuando hay un componente internacional, estos objetivos se entrelazan con otras cuestiones: ¿Quién aporta el capital? ¿Desde qué país? ¿Cuáles serán las relaciones con terceros? ¿Se quiere limitar la responsabilidad? ¿Hay intención de repatriar beneficios?
Una constitución sin reflexión estratégica puede funcionar durante un tiempo… hasta que deja de hacerlo.
Antes de iniciar el proceso de constitución es fundamental tener claro:
En la práctica, el 90% de los clientes internacionales que asesoramos optan por una Sociedad Limitada (S.L.), por su flexibilidad, bajo capital mínimo (puede constituirse con 1 euro desde 2022) y protección de la responsabilidad personal.
Otras figuras como la Sociedad Anónima (S.A.) o la Sucursal pueden ser adecuadas
en contextos concretos (por ejemplo, si se va a cotizar en bolsa o si el modelo operativo lo dicta), pero requieren un análisis más profundo.
Lo importante es que la forma jurídica esté alineada con la finalidad del vehículo: desde la mera tenencia de activos hasta la explotación de una actividad operativa o comercial.
Sí. Muchas de las operaciones que gestionamos se realizan sin necesidad de que los socios o representantes viajen a España. Es posible otorgar poderes ante notario local y apostillarlos, o bien utilizar la figura del representante residente para avanzar mientras se regulariza la situación de los promotores.
Además, existe la posibilidad de constituir sociedades preexistentes con cuenta bancaria ya abierta, lo que reduce los plazos significativamente si el objetivo es operar con inmediatez.
Con un buen asesoramiento y la documentación lista, el proceso completo puede llevar entre 7 y 15 días hábiles desde la firma de la escritura de constitución hasta la obtención del NIF definitivo.
Factores como la disponibilidad del nombre social, la redacción de estatutos, los tiempos notariales o la apertura de cuenta bancaria pueden influir en los plazos.
La escritura de constitución debe ser inscrita en el Registro Mercantil, la cual puede tardar hasta 30 días hábiles.
El proceso incluye:
Entre los costos asociados en la constitución de sociedades, se encuentran los honorarios notariales y registrales, servicios de asesoría, apertura de cuenta bancaria, aportaciones de capital (mínimas para S.L.).
La documentación que se necesita para la constitución de una sociedad dependerá del perfil del cliente (persona física o jurídica, residente o no residente), pero en general se solicitarán:
Una vez inscrita la sociedad y obtenida la tarjeta del NIF definitivo, será necesario:
Una constitución sólida no se limita al alta inicial: es el punto de partida de una buena gestión.
En Seegman ayudamos a clientes internacionales a establecerse en España con seguridad jurídica y visión estratégica.
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